viernes, 24 de noviembre de 2017

No busques amor. No te abandones a ti mismo por amor, y por la búsqueda de amor en otro. El amor no es un objeto, no puede ser dado o quitado. No puede ser encontrado o perdido. El amor no es un sentimiento, un estado o una experiencia pico, sino lo que eres, la presencia en sí misma.

No confundas amor con atracción. La atracción viene y va, puede desvanecerse en el tiempo. No confundas amor con anhelo. El anhelo es impermanente, transitorio. No confundas el amor con sentimientos de felicidad, placer, un sistema nervioso excitado. Estos estados transitorios no pueden perdurar; no está en su naturaleza. Incluso las promesas, hechas con tanta certeza hoy, con la mejor de las intenciones, pueden desvanecerse mañana, o ser rotas.

El amor, sin embargo, no se desvanece.
El amor no puede disminuir en el tiempo.
El amor no es una mercancía, una forma cambiante.
El amor es un campo, un campo dentro y fuera de nosotros, un campo en el cual los pensamientos, los sentimientos, incluso los planes aparentemente más sólidos para el futuro, pueden aparecer y desaparecer. El amor sostiene tanto la esperanza como la pérdida, la emoción tanto como el aburrimiento, la desilusión aplastante como la felicidad.

El amor es más grande que nosotros. No lo generamos con palabras y actos, o incluso con intenciones, sino que somos abrazados continuamente por él, sostenidos en su vastedad, sin importar lo que hagamos o no hagamos. Estamos casados, nos divorciamos, somos amigos, somos amantes, rompemos, nos rompemos juntos, nacemos, morimos; el campo permanece.

Nadie nos ha dado amor; esa es la mayor ilusión. Simplemente hemos recordado el campo en la presencia del otro, a veces, reconocíamos la eternidad en medio de lo cotidiano, entonces lo acreditábamos al otro. El amor nunca viene desde fuera de nosotros; simplemente tocamos nuestra propia presencia, caemos en el amor que somos.

Jeff Foster

viernes, 13 de octubre de 2017

domingo, 1 de octubre de 2017

Un mar de fueguitos

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. 
A la vuelta contó. Dijo que había contemplado desde allá arriba la vida humana.
-El mundo es esto -reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende. 

Eduardo Galeano

sábado, 8 de julio de 2017

Desiderata

Camina plácidamente entre el ruido y las prisas,
y recuerda la paz que puedes encontrar en el silencio.
En cuanto te sea posible y sin rendirte,
mantén buenas relaciones con todo el mundo.
Enuncia tu verdad de manera serena y clara;
Escucha a los demás, incluso al torpe y al ignorante,
pues ellos también tienen su propia historia.
Evita las personas ruidosas y agresivas,
pues son un fastidio para el espíritu.
Si te comparas con los demás, te volverás vano y amargado,
pues siempre, siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus logros lo mismo que de tus fracasos.
Interésate en tu propia carrera, por muy humilde que sea;
pues es un verdadero tesoro en el cambiante devenir de la vida.
Sé cauto en tus negocios, porque el mundo está lleno de engaños.
Más no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe.
Hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales y en todas partes, la vida está llena de heroísmo.
Sé sincero contigo mismo. Especialmente no finjas el afecto y no seas cínico en el amor,
pues en medio de todas las arideces y desengaños, es perenne como la hierba.
Acata dócilmente el consejo de los años, abandonando con elegancia las cosas de juventud.
Cultiva la firmeza del espíritu para que te proteja de las adversidades repentinas, pero no te angusties con fantasías. Muchos temores nacen de la fatiga y de la soledad.
Sobre una sana disciplina, sé benigno contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo, al igual que los árboles y las estrellas; tienes derecho a existir. Y sea que te resulte claro o no, indudablemente, el universo marcha como debiera.
Por lo tanto mantente en paz con Dios, sea cual sea tu idea de él y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones.
Conserva la paz de tu alma en la ruidosa confusión de la vida. Aún con todas las farsas, penalidades y sus sueños fallidos, el mundo es hermoso, sí hermoso. Sé cauto, esfuérzate en ser feliz.

Max Ehrmann

miércoles, 7 de junio de 2017

- Debe averiguar lo que quiere y tratar de ir más allá de aquello que espera de sí misma. Mejore su danza, entrene mucho y póngase una meta muy alta, difícil de alcanzar. Porque ésa es la misión del artista: ir más allá de sus límites. Un artista que desea poco y lo consigue falla en la vida.

La espía · Paulo Coelho

sábado, 18 de marzo de 2017

miércoles, 8 de marzo de 2017

No eres tú la que no puedes
No eres tú la que tienes que callar
No eres tú la que vales menos
Y mucho menos la que merece tanto desprecio

Os sorprendería saber que hay hombres que igual que te abrazan te cortan las alas.
Aunque quizá tú ya lo sepas.

Noëlle 8.3.2017

domingo, 5 de marzo de 2017

Todos tenemos un enigma
y como es lógico ignoramos
cuál es su clave su sigilo
rozamos los alrededores
coleccionamos los despojos
nos extraviamos en los ecos
y lo perdemos en el sueño
justo cuando iba a descifrarse

y vos también tenés el tuyo
un enigmita tan sencillo
que los postigos no lo ocultan
ni lo descartan los presagios
está en tus ojos y los cierras
está en tus manos y las quitas
está en tus pechos y los cubres
está en mi enigma y lo abandonas

Mario Benedetti · El amor, las mujeres y la vida