Un jardín en Badalpur - Kenizé Mourad · Lo mejor VIII
[...] Pero, por encima de todo, la actitud de su hijo le había roto el corazón, ya no tenía ganas de vivir. Cuando, a la hora de despedirse, estrechó con emoción contra su pecho a la hija de Selma, Zahr presintió que no volverían a verse.
Qué trishte :(
ResponderEliminarSí... = /
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