Contigo soy yo otra vez. ¿Entiendes? No importa si estoy despeinada, o si estoy de pie o sentada. Contigo soy y dejo de ser. Contigo puedo estar mal, puedo estar bien. Contigo puedo ser yo y puedo ser nadie.
Ha pasado ya el verano, el otoño y estamos fríos en el invierno. Yo no he parado de pensar en tí, ni siquiera en los momentos en los que no tenía que pensar en tí.
Lo tiré todo por la borda, pero espero que aún quede algo del verano que nos una, aunque sea ese calor insoportable que no soportas.